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07 noviembre 2007

Viaje al Sur (2 de 2)

Aunque he hecho mucha pereza entre un post y otro, acabo con esta miniserie, para relatar el viaje que hice a mediados de Octubre a Andalucía.

Después de mucho trotar por Granada visitamos Córdoba, hospedándonos en el hostal Góngora, justo al lado de la casa en la que murió el poeta y dramaturgo. El sitio era muy céntrico y estaba cuidado, pero tenía un gran fallo: la ausencia de una buena insonorización. No soy especialmente maniático con el tema de los ruidos en los hoteles, pero allí oías a gente de otras plantas toser (por no decir otras cosas).

Nada más llegar nos dimos un paseo por las calles del centro, haciéndonos con las consabidas instrucciones en el punto de información turística. El paseo fue agradable descubriendo a medida que avanzaba la noche, los rincones de la ciudad califal. Sus iglesias, plazas y calles encaladas nos encantaron. Lo mejor, que parecían surgir de la nada... de cada esquina y rincón.

La cena muy digna de mención en una terraza de la Plaza de las Correderas, El Sótano. El camarero nos trató muy bien, incluso después de pedirle una cerveza Alhambra, en vez de la que estabamos tomando (que ya era una Alhambra).

El día siguiente lo dedicamos a visitar el complejo de Medina Azahara (Madinat al-Zahara), que está a unos 7 km del centro de la ciudad. Es una visita agradable, pero da la sensación de que no quedan demasiados restos arqueológicos originales. Está muy bien ver que hay gente permanentemente trabajando en el estudio arqueológico y la reconstrucción, aunque es una tarea ardua y parece no tener fin por la riqueza de los yacimientos.

Dejamos para el final, la obligada visita al barrio judío y a la catedral, quizá lo más explotado turísticamente. Un rincón que me encantó fué el del Zoco municipal, junto a la Sinagoga. Un entramado de patios y pasadizos en los que hay ubicados diferentes comercios.

La Catedral en su conjunto impresiona bastante, aunque mi sensación general fue de que los cristianos estropeamos en cierto modo una construcción sublime. Interesante la opción de alquilar un audioguía para guiarte por todas las capillas interiores y por el coro, con su impresionante sillería de madera de caoba.

Casi con las últimas fuerzas pudimos visitar los baños árabes, que nos costó encontrar, pero que no dejaban de ser curiosos. También nos dió para hacer una visita el alcázar de los Reyes Cristianos, con sus impresionantes torres, alcazaba y jardines.

...Y no nos dió para mucho más. En general la ciudad de Granada nos pareció más bonita, con una mejor infraestructura turística y con una oferta gastronómica nada despreciable. Eso sí, también merece la pena descubrir los encantos de Córdoba, aunque quizá resulte más agobiante para el turista de a pie.

23 octubre 2007

Viaje al Sur (1 de 2)

La semana pasada aprovechamos nuestra últmia semana de vacaciones para conocer parte de Andalucía. Hasta ahora nuestros viajes turístico-nacionales habían tenido como objetivo la mitad norte de la península, salvo la maravillosa estancia en Tenerife de hace dos años.

Como decía Bárbol, es agradable viajar al Sur, es como andar una pendiente abajo. En este caso, habíamos planificado tres noches en Granada y dos en Córdoba. En este post os comentaré mis impresiones de la primera etapa, la granaína.

Ibamos con buenas indicaciones del amigo Muñoz Orellana, compañero del metás, en Granada y gran amante de las viñetas cómicas minimalistas (recomendable su Orebert). Al final nos decidimos alojar en la Hospedería el Zagúan, muy cerca de la gran vía y limpio, agradable, cómodo y económico. Recomendable definitivamente.

Todas las mañanas Ignacio o Mª Ángeles nos daban buenos consejos sobre nuestras visitas y sobre todo, sobre los sitios donde comer bien. Su simpatía y buen hacer también nos ayudaron a solventar algunos problemillas menores con las habitaciones.

Siguiendo su consejo nos sacamos el bono turístico, que por 24 € nos garantizaba el acceso a las principales visitas obligadas, además de 9 viajes en los autobuses urbanos y uno en el turístico (llevad algo de abrigo y prepararos para esquivar ramas de árboles si os ponéis en la planta de arriba). Gracias a este bono pudimos acceder al recinto de la Alhambra sin esperar colas y sin problemas de limitación de visitantes por día.

Todo el complejo de la Alhambra es sencillamente impresionante, la Alcazaba, como antiguo bastión militar, Los Palacios Nazaríes, con todo el lujo de los reyes de antaño (sin los leones del patio, bajo restauración hasta 2009) y el Generalife, merecen las 3-4 horas que puedes invertir en visitarlos. Quizá lo que más nos defraudó fué el Palacio de Carlos V, que es como un mazacote-pegote puesto al lado de Los Palacios Nazaríes, en plan "aquí estoy yo y te planto esto".

El barrio del Albaicín nos permite dar un paseo agradable, por sus blancas calles empedradas y sus rincones y miradores. El primer paseo lo hicimos bajo la lluvia y tuvimos un par de resbalones, pero el segundo, desde la Puerta de Elvira nos permitió apreciar bajo el sol todo sus detalles. Eso sí, sus empinadas cuestas requieren algo de esfuerzo y calzado cómodo.

Otro gran activo de Granada es su gastronomía. De sus mas de 6200 bares solo recorrimos unos pocos, entre los cuales destacamos el Bodegas Castañeda, un clásico de la Calle Elvira. Junto a él restaurante árabe El Sultán, con su toque de exotismo. También disfrutamos de las tapas en El Guajareño, cerca del Paseo del Darro.

No puedo pararme a contar todo lo que vimos interesante en la ciudad, porque fue mucho. Sólo recomendaros usar un plano turístico y recorrer TODOS los puntos de interés. Cada uno de ellos merece la pena. Solo nos faltó algo de tiempo para visitar la Abadía del Sacromonte, algo apartada del centro. Visitas obligadas a la Catedral y Capilla Real (tumba de los reyes católicos, Juana la Loca y Felipe el Hermoso, la Cartuja, San Juan de Dios, los jardines del parque Federico García Lorca,... en fin mucho que ver, al menos en 4 días.

En otro post, las impresiones de nuestra visita a Córdoba, que si no se hace muy largo.

19 noviembre 2006

Semana Sueca

Esta es mi semana sueca. El martes 21, día en que un servidor cumple años, me voy a Gotemburgo. La cosa es laboral, no de placer, pero creo que serán 3 días en los que puedo aprender muchas cosas. Una suerte de aventura escandinava.

Para ir metiéndonos en arroz, ayer celebramos mi cumpleaños en un restaurante sueco, por recomendación de varias compañeras que me suelen aconsejar muy acertadamente. La elección estaba entre el Olsen y el Collage. Al final me decanté por el último, por aquello del vil metal.

La verdad es está en un lugar privilegiado - entre las estaciones de Quevedo y Bilbao, junto a la calle Fuencarral - y luce una decoración minimalista (prácticamente solo hay paredes pintadas de blanco). El ambiente que se respira es agradable y la distribución de las mesas es práctica pero cómoda. Lo mejor es que por un precio relativamente contenido de aproximadamente 30 € puedes degustar platos diferentes. Entre lo más llamativo del menú podría destacarse las albóndigas de ciervo sueco, el solomillo de reno o el salmón, preparado de sorprendentes y diferentes maneras. Para acabar, una copita de punch, un licor típico sueco y vas para tu casa con una agradable sensación en el cuerpo.

Esperemos que el frío casi ártico me respete lo suficiente como para hacer algo de turismo en Göteborg y quien sabe... a lo mejor emular a Matt Harding, como hizo el antes odiado y ahora compañero del metál (min. 4 del vídeo).

Deseadme Trevlig resa!