La semana pasada aprovechamos nuestra últmia semana de vacaciones para conocer parte de Andalucía. Hasta ahora nuestros viajes turístico-nacionales habían tenido como objetivo la mitad norte de la península, salvo la maravillosa estancia en Tenerife de hace dos años.
Como decía Bárbol, es agradable viajar al Sur, es como andar una pendiente abajo. En este caso, habíamos planificado tres noches en Granada y dos en Córdoba. En este post os comentaré mis impresiones de la primera etapa, la granaína.
Ibamos con buenas indicaciones del amigo Muñoz Orellana, compañero del metás, en Granada y gran amante de las viñetas cómicas minimalistas (recomendable su Orebert). Al final nos decidimos alojar en la Hospedería el Zagúan, muy cerca de la gran vía y limpio, agradable, cómodo y económico. Recomendable definitivamente.
Todas las mañanas Ignacio o Mª Ángeles nos daban buenos consejos sobre nuestras visitas y sobre todo, sobre los sitios donde comer bien. Su simpatía y buen hacer también nos ayudaron a solventar algunos problemillas menores con las habitaciones.
Siguiendo su consejo nos sacamos el bono turístico, que por 24 € nos garantizaba el acceso a las principales visitas obligadas, además de 9 viajes en los autobuses urbanos y uno en el turístico (llevad algo de abrigo y prepararos para esquivar ramas de árboles si os ponéis en la planta de arriba). Gracias a este bono pudimos acceder al recinto de la Alhambra sin esperar colas y sin problemas de limitación de visitantes por día.
Todo el complejo de la Alhambra es sencillamente impresionante, la Alcazaba, como antiguo bastión militar, Los Palacios Nazaríes, con todo el lujo de los reyes de antaño (sin los leones del patio, bajo restauración hasta 2009) y el Generalife, merecen las 3-4 horas que puedes invertir en visitarlos. Quizá lo que más nos defraudó fué el Palacio de Carlos V, que es como un mazacote-pegote puesto al lado de Los Palacios Nazaríes, en plan "aquí estoy yo y te planto esto".
El barrio del Albaicín nos permite dar un paseo agradable, por sus blancas calles empedradas y sus rincones y miradores. El primer paseo lo hicimos bajo la lluvia y tuvimos un par de resbalones, pero el segundo, desde la Puerta de Elvira nos permitió apreciar bajo el sol todo sus detalles. Eso sí, sus empinadas cuestas requieren algo de esfuerzo y calzado cómodo.
Otro gran activo de Granada es su gastronomía. De sus mas de 6200 bares solo recorrimos unos pocos, entre los cuales destacamos el Bodegas Castañeda, un clásico de la Calle Elvira. Junto a él restaurante árabe El Sultán, con su toque de exotismo. También disfrutamos de las tapas en El Guajareño, cerca del Paseo del Darro.
No puedo pararme a contar todo lo que vimos interesante en la ciudad, porque fue mucho. Sólo recomendaros usar un plano turístico y recorrer TODOS los puntos de interés. Cada uno de ellos merece la pena. Solo nos faltó algo de tiempo para visitar la Abadía del Sacromonte, algo apartada del centro. Visitas obligadas a la Catedral y Capilla Real (tumba de los reyes católicos, Juana la Loca y Felipe el Hermoso, la Cartuja, San Juan de Dios, los jardines del parque Federico García Lorca,... en fin mucho que ver, al menos en 4 días.
En otro post, las impresiones de nuestra visita a Córdoba, que si no se hace muy largo.